google.com, pub-0910201790369318, DIRECT, f08c47fec0942fa0

Cabeza logo

header ads

El Mito de la Democracia


2005 Fauna Política / Rodolfo Herrera Charolet


El concepto más común de democracia es ‘’gobierno del pueblo’’, de tal suerte que caudillos, líderes políticos o dirigentes de grupos organizados o con objetivos comunes, pretenden imponer su voluntad o promover sus fines, amparados por esa “voluntad” de la que se dicen poseedores, sin existir en el fondo un procedimiento democrático que les otorgue la representación.


Ciertamente la democracia no es la mejor forma de gobernar, pero no se ha ideado otra mejor. Afirmo que no es la mejor forma de ejercer la voluntad popular, puesto que en ocasiones la mayoría se equivoca o es manipulada para lograr los fines de una minoría organizada, defectos inherentes de toda forma de organización humana.


Vista la “democracia” como el “gobierno del pueblo”, la participación ciudadana es un elemento indispensable y complementario, puesto que ésta le da contenido y le da legitimidad y representatividad.


La mayoría de las democracias del mundo, han pasado por procesos de crisis de representatividad y legitimidad, provocando la decadencia del mito de la democracia como poder representativo o genuino que emane del pueblo.


Los países que se jactan de poseer “gobiernos democráticos”, no han experimentado transformaciones significativas en cuanto a combatir la pobreza o distribuir de mejor forma la riqueza. Los problemas que enfrentan en el ámbito político, cultural y económico, son tantos que terminan por abrumar los deseos democráticos de sus gobernantes, para transformarse en tiranos y defensores de la ley, argumentado que dichas normas emanan de la voluntad del pueblo que se refleja en las cámaras legislativas.


No obstante de la elección periódica de gobernantes, sistemas de control del gasto público y del equilibro de poderes con fórmulas de pesos y contrapesos, los sistemas democráticos no se han replanteado nuevas formas de articulación entre el Estado y sus gobernados –llamados “sociedad civil”. En la mayoría de los casos, porque el Estado es excesivamente intervencionista y se requiere de mayor participación ciudadana, a fin de crear el contra peso necesario para redistribuir el poder y promover una mejor representatividad de la diversidad social.


El sistema democrático se pone en duda, cuando la influencia de los medios masivos de comunicación es determinante en el resultado electoral, derivado de una sociedad maniatada y proclive a creer lo que se publica, publicidad hasta el hartazgo, fortalecida por la desconfianza mutua de los actores políticos.


La participación ciudadana se ubica en el momento preciso de una sociedad cansada de un sistema que prometió mucho, pero que ha resultado incapaz de solucionar las diversas problemáticas que se presentan en el ejercicio público, entre ellas, el de mantener niveles satisfactorios de seguridad, empleo y servicios públicos.


La necesidad de replantear el papel del ciudadano en un nuevo pacto social, fortalece la idea de replantear nuevas formas de organización ante la vorágine informativa y la influencia insoslayable y determinante que ejercen los de medios masivos de comunicación en las decisiones públicas. Con esta visión la democracia se convierte en un instrumento de privatización del ejercicio público y de riqueza legítima para los poseedores de la herramienta.


El accionar del ciudadano dentro del sistema democrático, es un medio que tienen los gobernados de intervenir en “lo público” y este derecho, sólo se puede ejercer si se promueve una adecuada articulación del estado y la sociedad civil, en donde el gobierno local es la primera instancia que puede impulsar procesos de participación.


Los partidos políticos como instituciones públicas, han perdido cada vez más su identidad ideológica, para trasladar al ámbito de la popularidad y de las franquicias partidistas el centro de su debate. La crisis que viven los partidos políticos, como instrumentos de acceder al poder público, es recurrente, fomentándose mas la idea de que la militancia se exige como requisito o “candado”, que por los ideales que persigue.


La reforma constitucional del 115 en México que le otorgó mayor margen de maniobra y autonomía a los municipios, la Ley Orgánica del Régimen Municipal en Venezuela, entre otros, son los mecanismos que las democracias han ideado para solventar sus crisis de representatividad y legitimidad. Sin embargo estos instrumentos han resultado ineficaces en el ejercicio público, ya sea por incapacidad o voracidad de sus servidores públicos o por la falta de mayor participación ciudadana en la toma de decisiones públicas.


¿O no lo cree usted?

Publicar un comentario

0 Comentarios